El estudio Plant-based dietary quality and depressive symptoms in Australian vegans and vegetarians: a cross-sectional study (Lee MF, et al. 2001), justifica ampliamente que los cambios en el estilo de vida como la dieta y el ejercicio, impactan positivamente en la depresión.
De acuerdo con el estudio, si bien, es confuso el término “dieta de calidad”, existen otros estudios que asocian la dieta vegetariana o vegana, basada en frutas frescas, vegetales, nueces, semillas, granos enteros y leguminosas, incluye huevos y lácteos en dietas vegetarianas, con la salud mental; en contraste de aquellos que la asocian con un mayor riesgo de tener síntomas depresivos; no obstante, que también se menciona sobre la inconsistencia y contradicción en diversos estudios.
La evidencia de la correlación entre la calidad de la dieta, en personas vegetarianas o veganas, con la disminución en los síntomas depresivos, es notorio en el estudio.
Es importante mencionar que los resultados muestran una puntuación más alta vinculada a la calidad dietética, asociada a su vez, con el consumo de frutas frescas, vegetales, nueces, semillas, granos enteros, leguminosas y productos de soya. Aún más, los resultados también muestran que la calidad de la dieta en vegetarianos y veganos, disminuye el riesgo de los síntomas depresivos; y se precisa, que éstos son alimentos con la característica de proveer carbohidratos complejos, fibra, prebióticos y antioxidantes, de los cuales se ha demostrado disminuyen los síntomas de depresión, mejoran el estado de ánimo y la salud mental.
Cabe destacar, en lo concerniente a las limitaciones del estudio, en primer lugar, que tiene un diseño transversal, por lo tanto, no implica causalidad; aunado a que la muestra se recolectó durante la pandemia de COVID-19, tiempo en el que la salud mental y física se vio afectada por las condiciones de confinamiento. En consecuencia, la imprecisión influye en la veracidad del estudio.
Sin embargo, actualmente existe mayor interés en los cambios de alimentación, motivado en la prevención de enfermedades o para mejorar la salud de las personas. Ciertamente, la alimentación vegetariana y vegana, son alternativas a elegir y, difundidas más ampliamente en los últimos años, en comparación de las d décadas pasadas; así que, la tendencia de explorar este tipo de alimentación va en aumento, como lo menciona el estudio para el caso de Australia, y de igual forma para la mayoría de los países.
En consecuencia, inmersos en una era del conocimiento, y como se indica en el estudio, la calidad de la alimentación vegetariana o vegana influye en la salud mental, un cambio de alimentación es una responsabilidad, dado que es un compromiso adquirir información acerca de la calidad de la dieta vegetariana o vegana. Optar por este cambio en la dieta, con el interés de estar saludable, conlleva ampliar la perspectiva hacia una relación diferente con las otras formas de vida en la naturaleza, con la consciencia del respeto a sí mismo y lo que le rodea.
